Cómo proteger la salud mental y el bienestar digital de los adolescentes

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A medida que los adolescentes pasan cada vez más tiempo en internet para socializar, aprender y entretenerse, es importante que los padres y tutores los ayuden a establecer límites saludables que fomenten la importancia de la salud mental, la concentración y los hábitos digitales responsables. En vez de limitarse a restringir el tiempo que pasan delante de una pantalla, guiar a los adolescentes hacia un uso consciente y equilibrado de la tecnología los puede ayudar a desarrollar habilidades de por vida para gestionar su vida digital.

En esta guía se presentan estrategias prácticas para establecer límites en relación con el tiempo que pasan delante de la pantalla, las redes sociales, los juegos y la comunicación digital, al mismo tiempo que se fomenta la confianza y el diálogo abierto.

  1. Comprender la relación entre el tiempo de pantalla y la salud mental

Aunque la tecnología es una parte importante de la vida de los adolescentes, pasar demasiado tiempo delante de una pantalla, especialmente si se hace un uso pasivo de internet o a altas horas de la noche, puede contribuir a:

  • Aumentar la ansiedad y el estrés, especialmente por hacer comparaciones en redes sociales o tener discusiones en internet.
  • Interrumpir el sueño, lo que hace más difícil concentrarse en clase o en las actividades cotidianas.
  • Tener menos motivación y concentración, especialmente si se hacen otras cosas en diferentes aplicaciones mientras se estudia.
  • Sentir agotamiento emocional por la sobreexposición a noticias, contenido negativo o dramas en internet.

No todo el tiempo delante de una pantalla es dañino (el trabajo creativo, la investigación y la conexión social pueden ser útiles), pero es fundamental ayudar a los adolescentes a diferenciar las actividades productivas de las absorbentes. Envía un mensaje de texto con la palabra «AYUDA» al 741741 para obtener asistencia gratuita, confidencial y disponible las 24 horas por parte de un consejero de crisis voluntario y con formación de Crisis Text Line.

  1. Decidir cuándo puede usar el teléfono tu hijo o hija adolescente

No existe una «edad adecuada» universal para dar un teléfono inteligente a un adolescente, sino que depende de lo siguiente:

  • Madurez y autocontrol: ¿puede el adolescente seguir reglas digitales sin recordatorios constantes?
  • Diferencia entre la necesidad y la presión social: ¿necesita el teléfono por motivos de seguridad, académicos o de coordinación, o solo porque «todo el mundo tiene uno»?
  • Capacidad para gestionar la privacidad y la comunicación: ¿entiende que no debe compartir demasiada información personal ni relacionarse con desconocidos en internet?

Si crees que un teléfono inteligente es demasiado, plantéate incorporar la vida digital de forma gradual:

  • Empieza con un teléfono básico o un teléfono inteligente de uso limitado (por ejemplo, Pinwheel, Gabb o dispositivos con Bark).
  • Introduce poco a poco las aplicaciones y funciones y haz un seguimiento sobre sus experiencias.
  1. Establecer límites al tiempo delante de la pantalla sin generar conflictos

En vez de imponer límites estrictos, involucra a los adolescentes en conversaciones sobre por qué es importante el equilibrio y decidid de forma conjunta el tiempo que puede pasar delante de la pantalla.

  • Fomenta rutinas sin pantallas. Establece franjas horarias «sin teléfono», como durante las comidas, antes de acostarse y mientras hace los deberes.
  • Utiliza herramientas de tiempo de pantalla de forma flexible. Funciones integradas como Tiempo de uso de Apple o Family Link de Google pueden ayudar, pero deben servir de apoyo (no sustituir) a las conversaciones sobre el autocontrol.
  • Sugiere pausas digitales en lugar de prohibiciones absolutas. Fomentar los descansos cada dos horas puede reducir el cansancio sin que los adolescentes se sientan controlados.
  • Ayúdalos a que se autoevalúen. Comprobar los informes diarios sobre el tiempo de pantalla en sus dispositivos puede aumentar la concienciación y fomentar la autoimposición de límites.

Adoptar hábitos saludables frente a las pantallas en familia hace que sea más fácil mantener estos límites.

  1. Buscar el equilibrio entre la independencia y la seguridad en internet

A medida que los adolescentes buscan una mayor independencia digital, los padres deberían apoyar su autonomía al mismo tiempo que garantizan su seguridad en internet.

  • Fomenta conversaciones transparentes sobre la actividad en Internet. En lugar de pedir contraseñas o supervisar en secreto los dispositivos, genera confianza hablando del tema de forma habitual.
  • Revisad conjuntamente la configuración de privacidad. Las redes sociales, las plataformas de videojuegos y las aplicaciones de mensajería deben tener una configuración de privacidad personalizada para limitar la visibilidad pública y los mensajes directos.
  • Fomenta el pensamiento crítico sobre las interacciones en internet. Enseña a los adolescentes a reconocer peligros como la manipulación por parte de desconocidos en internet, los mensajes no deseados y las estafas.
  • Ayúdalos a jugar de forma segura. Los juegos en línea pueden exponer a los adolescentes a conversaciones no controladas, a gastar dinero en el juego y a posibles situaciones de acoso. Habilitar la configuración de privacidad, hablar de hábitos de juego responsables y de las compras dentro del juego les ayudará a tomar decisiones más seguras.

Los controles parentales pueden ser útiles, pero la transparencia es fundamental: los adolescentes deben saber cuándo y por qué se aplican determinadas medidas.

  1. Redes sociales: cómo gestionar la presión y el impacto en la salud mental

Las redes sociales pueden ser una fuente de estrés considerable para los adolescentes, y dar lugar a problemas como:

  • Cultura de la comparación: ver lo más destacado de compañeros e influencers puede afectar a la autoestima.
  • Miedo a perderse algo (FOMO, por sus siglas en inglés): sentir presión para estar en internet las 24 horas puede provocar ansiedad.
  • Interacciones tóxicas: los problemas en los chats de grupo, el ciberacoso y los conflictos en internet pueden ser agotadores a nivel emocional.

Cómo pueden ayudar los padres:

  • Fomenta el consumo responsable de contenidos. Los adolescentes deben seleccionar el contenido que consumen y seguir cuentas que los inspiren en lugar de causarles estrés.
  • Fomenta las interacciones sanas en internet. Enséñales que no tienen la obligación de participar en todas las discusiones de internet ni en todos los chats de grupo.
  • Reconoce cuándo es el momento de tomarse un descanso. Si las redes sociales están afectando a su estado de ánimo, propón un descanso o sugiere que limiten su uso en lugar de prohibirlas por completo.

Si las redes sociales están afectando negativamente a su salud mental, recuérdales que pueden pedir ayuda. Los adolescentes pueden enviar un mensaje de texto con la palabra AYUDA al 741741 para obtener asistencia gratuita, confidencial y disponible las 24 horas por parte de un consejero de crisis voluntario y con formación de Crisis Text Line.

  1. Enseñar a enviar mensajes y la etiqueta de comunicación digital

Los adolescentes suelen aprender técnicas de comunicación en persona, pero no siempre aprenden la etiqueta digital. Los padres pueden ayudar al definir expectativas claras sobre los mensajes de texto y las conversaciones en internet.

  • Fomenta la comunicación respetuosa. El sarcasmo, las bromas o el tono pueden malinterpretarse en un texto. Fomenta una comunicación clara para evitar conflictos innecesarios.
  • Enseña el valor del tiempo de respuesta. Ayúdalos a entender que no todos los mensajes exigen una respuesta inmediata y que está bien poner límites.
  • Habla acerca de los riesgos de compartir información personal. Los adolescentes deben evitar enviar mensajes o imágenes que no les gustaría que se compartieran de forma pública, incluso en conversaciones de confianza.

Los mensajes de texto son una parte esencial de las redes sociales, pero aprender a gestionarlos de forma responsable es fundamental para construir relaciones solidas.

  1. Enseñar hábitos digitales en la secundaria

La secundaria es un buen momento para ayudar a los adolescentes a asumir la responsabilidad digital antes de que alcancen plena independencia en bachillerato.

  • Empieza con un uso estructurado del teléfono. Los teléfonos con funciones limitadas permiten hacer una transición gradual hacia el acceso total.
  • Evalúa si pueden utilizar las redes sociales. Si quieren tener redes sociales, empieza con plataformas limitadas y establece normas claras sobre la privacidad y las interacciones.
  • Practica la etiqueta digital en un entorno seguro. Enséñales a utilizar los chats de grupo, a reconocer el spam y las estafas y a establecer límites de comunicación antes de que tengan total autonomía.
  1. Fomentar el equilibrio digital con actividades fuera de internet

Ayudar a los adolescentes a encontrar un equilibrio entre las experiencias en internet y en la vida real es fundamental para lograr un desarrollo saludable. En lugar de centrarte únicamente en las restricciones de tiempo frente a la pantalla, fomenta actividades alternativas que reduzcan de forma natural el tiempo que pasan delante de las pantallas.

  • Fomenta la socialización en persona. Respalda actividades como el deporte, los clubes o las quedadas en persona.
  • Incorpora actividades que no tengan nada que ver con las pantallas. El arte, la música, el ejercicio físico y los proyectos de carácter práctico pueden ser alternativas positivas.
  • Presta atención a los hábitos tecnológicos de la familia. Establecer «espacios o momentos libres de tecnología» (por ejemplo, durante los viajes en coche, en la habitación antes de dormir o en la mesa) ayuda a crear una relación más sana con la tecnología.

Conclusiones finales

Ayudar a los adolescentes a establecer límites digitales saludables no consiste simplemente en restringir su libertad, sino en proporcionarles las herramientas necesarias para gestionar la tecnología de un modo que contribuya a su salud mental.

  • Valora si el adolescente está preparado antes de darle un teléfono inteligente.
  • Establece límites al tiempo que pasan delante de la pantalla que fomenten el equilibrio, no solo las restricciones.
  • Apoya la independencia en internet al mismo tiempo que priorizas la privacidad y la seguridad.
  • Fomenta el uso responsable de las redes sociales y los hábitos de comunicación digital.
  • Saca partido a la enseñanza secundaria para que adquieran responsabilidad digital.

Si los padres dan ejemplo de un uso responsable de la tecnología y fomentan la confianza y la comunicación, pueden ayudar a los adolescentes a tomar decisiones inteligentes y equilibradas en internet, al mismo tiempo que protegen su salud mental.

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